VIOLENCIA DE GÉNERO

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA DE GÉNERO?

En un principio, es un concepto que identifica un hecho que hasta hace unos años se veía como normal en nuestro país. Se pensaba que la relación mujer-hombre en el hogar debía ser algo concerniente al núcleo del hogar y desde fuera se hacía lo posible por no inmiscuirse.

Por lo tanto, estamos hablando de una herramienta bastante útil para denunciar cualquier tipo de violencia ejercida por un hombre hacia una mujer. Pero, en los últimos tiempos, también ha empezado a englobar, bajo la conciencia de algunas personas, a la violencia ejercida por una mujer sobre un hombre. Y es por el matiz del género.

Al no especificar literalmente que la tipificada y la que ampara bajo la justicia es a la violencia del hombre a la mujer, se induce a un error de considerables dimensiones. Porque el segundo, el maltrato de mujeres a hombres, es proporcionalmente mucho menor y más ocasional. Uno de los resultados es la aparición de la idea de violencia machista, que ya por su propio nombre define perfectamente a la violencia de género.

Existen varios tipos de violencia de género:

• Física: ya sea a través de armas o por violencia directa, se refiere a todo tipo de dolor físico que el agresor masculino cause a la mujer de manera intencionada por el hecho de causarla daño.
• Psicológica: se refiere a los distintos métodos que el maltratador elija (insultos, vejaciones, desprecios, manipulaciones, o hasta el mismo silencio) para hacer que se sienta inferior a él, y de esta manera, controlarla a su placer. Dentro de este tipo de violencia, podemos identificar la económica (el agresor controla todos sus ingresos y gastos) y la social (para aislar a la víctima de todos sus contactos, ya sean familiares o de amigos, de tal manera que no se dé cuenta de su situación y no pueda denunciar).
• Sexual: se vale de alguna de las anteriores, o de las dos, para coartar la libertad sexual de la mujer.

Muchos falsos mitos se han creado alrededor de la figura del maltratador con el fin de justificar y dar explicación a sus actos violentos. A causa de sus adicciones, de su mujer porque lo provoca y le causa celos, estrés laboral o  problemas económicos son algunos de esos mitos. Casualmente, esa frustración que siente por el estrés laboral, los problemas económicos o las adicciones no la pagan con otros hombres, su jefe o su amigo, sino que es su pareja la que debe sufrir las consecuencias de su ira. Y bajo la concepción de la provocación, un tópico demasiado difundido y arraigado en nuestra sociedad, también tienen excusa.

Predomina la creencia de que la inmensa mayoría son parejas de otros países y que discuten habitualmente, de tal manera que en una española que no discute es impensable que ocurra. No es sino otra forma, como la de defender al maltratador, de intentar aislarnos de una realidad que necesita que estemos atentos y denunciemos en cuanto tengamos indicios de la violencia machista. Y la herramienta más útil para ello es el teléfono 016, que funciona desde el 3 de septiembre de 2007 y que es totalmente confidencial, no aparece en ninguna factura telefónica.